Radiografía de un tenor - Luciano Pavarotti


El tenor Luciano Pavarotti falleció a los setenta y un años de edad en su casa de Santa Maria di Mugnano, al sur de Módena, a la que se trasladó en el mes de agosto. El estado del artista empeoró en la noche del miércoles día 5 de septiembre del 2007 y perdió varias veces la consciencia, según informaron los médicos que le atendían. A primera hora de la mañana del jueves día 6 su representante, Terri Robson, comunicaba el fatal desenlace: “Luciano Pavarotti ha muerto hace una hora”. La capilla ardiente del tenor quedará instalada este mediodía en el Duomo de Módena, para que todos los que lo deseen den su particular despedida al gran artista. Los funerales por su alma se celebrarán el próximo sábado día 8 de septiembre en el mismo templo, una ceremonia a la que está previsto que asistan numerosos personajes destacados de la música internacional.

La salud de Luciano Pavarotti había empeorado en el último mes e incluso el pasado 9 de agosto tuvo que permanecer varios días, hasta el 25, ingresado para hacerse unas pruebas médicas debido a una fiebre muy alta y una afección respiratoria. El cantante falleció en su casa de la región de Emilia Romagna rodeado de toda su familia (sus hijas mayores, Lorenza, Cristina y Giuliana, de su matrimonio con Adua, su hija Alice, nacida de su unión con su actual mujer, Nicoletta Mantovani, su hermana Gabriella, sus nietos y amigos más cercanos). Esta residencia fue el lugar en el que pasó su último mes de vida, aunque su verdadero refugio fue su villa de Pesaro, donde se retiró en el mes de julio del año 2006, cuando fue intervenido en Nueva York de dicha dolencia.

Fuerte hasta el final

En julio, su esposa Nicoletta Mantovani confesó en una entrevista al diario La Stampa que su esposo luchaba incansable con la enfermedad. “Lucha como un león y jamás ha perdido el ánimo porque tiene una familia al lado que le adora. Además los resultados de las pruebas le dan coraje para seguir adelante” comentaba". Añadió también que su marido no había dejado de trabajar y que estaba haciendo un disco de música sacra, en el que quería contar con la colaboración de otros cantantes.

Los homenajes al artista ya comenzaron el pasado martes, día 4, cuando el Ministerio de Cultura italiano le concedió el Premio a la Excelencia por su trayectoria profesional y su aportación a la cultura italiana y el teatro de la Scala de Milán ha anunciado que en 2008 se celebrará un concurso internacional de canto con su nombre.

6 de Septiembre del 2007

El cáncer ha terminado con la vida de una de las voces líricas más representativas de la ópera. Sin embargo, detrás del grandísimo artista se escondía un hombre que vivió una vida plena, llena de satisfacciones en la que tuvo que enfrentarse también a algunos momentos amargos. Su primer matrimonio con Adua Veroni, a quien conoció cuando tenía 17 años (ella uno menos) duró treinta y cinco años (más ocho de noviazgo) durante los cuales fue padre de tres niñas: Lorenza, Cristina y Giuliana. Sin embargo, el destino le deparaba una sorpresa inesperada, un amor nuevo que le llegó en la madurez de su vida. Pavarotti comenzó una relación con su asistente personal en 1992, Nicoletta Mantovani, treinta y tres años menor que él, y en el año 2000 obtuvo el divorcio de Veroni, de la que se separó en 1996. De Nicoletta llegó a decir en alguna ocasión que “le estaba regalando una segunda juventud”.

La muerte de su hijo Riccardo

Tal vez fuera por ello por lo que a sus sesenta y siete años, decidió experimentar de nuevo la aventura de ser padre. Un deseo que se vio materializado no sólo en uno, sino en dos bebés: Nicoletta esperaba gemelos, niño y niña. Pero la mala suerte se cruzó de nuevo en su camino y uno de los bebés, el niño, murió en el parto prematuro. Enero de 2003 se convirtió en un mes trágico para la pareja, que a la alegría por el nacimiento de Alicia, sumó el intenso dolor por la pérdida de Ricardo. El tiempo cura todas las heridas y en diciembre de ese mismo año, Nicoletta, la mujer que había sido su báculo en los últimos once años, se convirtió en su mujer.




Romántica boda en Módena

La romántica ceremonia se celebró en la ciudad natal del tenor Módena, un lugar que ha estado siempre muy presente en los momentos más significativos de su vida. Compañeros y amigos del artista, como Bono, líder de U2, y José Carreras, que junto con Plácido Domingo y el novio formó la exitosa unión Los Tres Tenores, estuvieron acompañándole. Sin embargo, la invitada de honor fue sin duda Alice, su hija de casi un año que, sólo dos meses antes, había recibido las aguas bautismales también en dicha ciudad. Para el rito civil -al ser Pavarotti un hombre divorciado, no pudieron casarse por la iglesia-, Nicoletta eligió un modelo de Armani en tonos rosa pálido y un original ramo de flores silvestres. Luciano, por su parte, vistió un traje oscuro, diseñado por su amigo Paolo Gerani, al que acompañaba un sombrero blanco y una gran corbata roja.

El diagnóstico fatal: cáncer

El éxito inundaba la vida de Pavarotti, a todos los niveles, cuando, en julio de 2006, los médicos le ingresaron en el hospital para realizarle unas pruebas, en las que descubrieron un tumor maligno en el páncreas. Fue dicha intervención la que le obligó a suspender una gira de conciertos que tenía programada en Gran Bretaña y a retirarse momentáneamente de los escenarios, con la firme intención de regresar al año siguiente. Pero la voz con mayúsculas nunca volvió a pisar esas tablas en vida, ya que su corazón de setenta y un años no resistió la embestida del monstruoso cáncer. En el mes de agosto, exactamente un año después del diagnóstico, la ópera lloró su pérdida.

Fue en su villa de Pesaro la que sirvió de refugio al tenor en estos duros momentos de enfermedad. Allí con el apoyo incondicional de su familia, su mujer Nicoletta y sus hijas, Pavarotti nunca perdió la esperanza de volver a pisar un escenario. Precisamente fue uno de sus compañeros de micrófono, Bono, uno de los íntimos amigos que visitó al tenor italiano durante estos meses. El líder de U2 acudió a ver al artista en su residencia de Pesaro, en la costa del mar Adriático, poco después de éste fuera operado en Estados Unidos, en julio de 2006. Precisamente en esta casa, Bono y Pavarotti compartieron días de ensayo en 1995 para su actuación en el concierto benéfico "Pavarotti and Friends", en el que cantaron a dúo "Miss Sarajevo" de U2. También pasaron por su refugio de Pesaro esos días otros grandes amigos del astro de la ópera como el tenor español Plácido Domingo, con el que tantas veces compartió escenario y el peruano Juan Diego Flórez.

La operación

Luciano Pavarotti fue operado de cáncer de páncreas a principios del pasado mes de julio en un hospital de Nueva York. Tal y como informó su representante entonces los médicos descubrieron un tumor maligno durante un chequeo rutinario realizado días antes de viajar desde Nueva York a Reino Unido donde tenía previsto ofrecer una serie de conciertos. Afortunadamente, el tumor “pudo ser extraído por completo en la intervención", explicó Robson, representante del tenor, a lo que añadió esperanzado: "El señor Pavarotti se está recuperando bien y sus médicos están animados por la resistencia física y emocional del paciente”. Fue entonces cuando se vio obligado a suspender todos sus conciertos, aunque desde su página web se aseguraba llenos de esperanza que si todo marchaba bien, Pavarotti reanudaría su gira en 2007. 



Su última entrevista

Desde que volvió de Nueva York, Luciano Pavarotti pasaba los días acompañado de su esposa, Nicoletta Mantovani y de su hija, la pequeña Alice, mientras continuaba su tenaz lucha contra la enfermedad que finalmente le ha derrotado. "Necesito la ayuda de Dios. Y parece que Dios me está concediendo esa ayuda" dijo el artista de 70 años en una entrevista concedida al Corriere della Sera poco después de regresar a Italia. En aquel momento, el tenor confesó que sólo podía moverse en silla de ruedas por su casa y que la enfermedad era más grave de lo que un principio se suponía. "El tumor lo sientes dentro de ti", dijo el cantante, "Pero soy optimista y lo seré hasta la muerte". Imaginando el fatal desenlace el tenor dijo que había llevado una vida totalmente feliz y que ahora le tocaba pagar el precio de esa felicidad. La prensa italiana comentó que había estado dando clases de canto a algunos alumnos en las últimas semanas y hasta que las fuerzas le fallaron. 

La última vez que se escuchó la voz del gran tenor fue en julio de 2007. Luciano Pavarotti se comunicó, vía telefónica, con una ceremonia celebrada en la isla italiana de Ischia en la que se le otorgaba un premio. Para recogerlo en su nombre estaba su esposa Nicoletta Mantovani a quien se dirigió el emocionadísimo artista: “Amor, qué bonito que estéis todos ahí”. Junto a ella en el escenario, amigos y compañeros como Laura Pausini y Andrea Bocelli, al que se dirigió personalmente: “Eres la voz perfecta para hacer un dueto en mi próximo disco”. Y es que fue entonces cuando Nicoletta aseguró que su esposo seguía trabajando, preparando un disco de música sacra.

Alejado de los escenarios

En los últimos años, fueron frecuentes las cancelaciones del artista debido a distintas dolencias físicas. En junio de 2006 se vio obligado a posponer varias presentaciones debido a complicaciones de una cirugía de espalda. Canceló asimismo ocho conciertos en abril, aduciendo que le habían aconsejado que no viajara ni ofreciera conciertos mientras estaba bajo tratamiento médico. Su última actuación fue en la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero en Turín.




Pavarotti and  Friends: Legado músical

Han sido muchos los que han compartido escenario con el genial cantante durante su extensa carrera, aunque por supuesto hay nombres que acuden raudos a la memoria. Los primeros son sin duda José Carreras y Plácido Domingo, con los que formó el conjunto de “Los tres tenores” que debutó el 7 de julio de 1990 en las Termas de Caracalla de Roma, Italia, bajo la dirección de Zubin Metha. Más de seis mil espectadores disfrutaron en vivo del la representación del aria de Puccini Nessum dorma, de la ópera Turandot, seguida por otros 1.500 millones por televisión. Aquella primera actuación fue una auténtica revolución, ya que llevó por primera vez el bel canto al podium de la popularidad: se vendieron más de 11 millones de discos y otros productos audiovisuales del concierto.

Los tres artistas se convirtieron en un conjunto con el éxito asegurado y fueron los pioneros en acercar los clásicos de la ópera a las masas, un testigo que han recogido en los últimos años el conocido grupo Il Divo -que versiona melodías del pop. Los tres tenores llegaron a España en el año 1997, donde más de cien mil personas acudieron a Barcelona para emocionarse con sus voces. Fueron muchos años de colaboración que nos dejaron imágenes y sonidos inconfundibles como los de La vie en rose o Cielito lindo.

Pavarotti se rodeó además de otras figuras destacadas de la música internacional en una serie de conciertos y grabaciones bajo el título de Pavarotti & friends. Andrea Bocelli, Bono, Eric Clapton, Deep Purple, Maná, Ricky Martin, Sting, Bryan Adams, Celine Dion, Liza Minnelli, Laura Pausini, Lionel Richie, Queen y Zucchero formaron parte de la larga lista de estrellas que acabaron siendo precisamente lo que indicaba el título, amigos. Muchos de ellos le recordarán seguramente en el funeral por su alma, previsto para el próximo sábado en el Duomo de Módena.



Reacciones ante la muerte de Pavarotti

El fallecimiento de Luciano Pavarotti no ha dejado indiferente al mundo de la música y mucho menos al del bel canto. Desde el otro lado del Atlántico, desde Los Ángeles, Plácido Domingo, gran amigo y compañero en el conjunto “Los tres tenores”, ha mandado un sentido telegrama: “Siempre he admirado su voz divina con el timbre inconfundible. Me encantaba su maravilloso sentido del humor y en distintas ocasiones durante nuestros conciertos con José Carreras nos olvidábamos de que estábamos delante de un público que había pagado porque nos divertíamos mucho entre nosotros”. Aún no han llegado las palabras de José Carreras, el tercer pilar de los tres tenores que hoy se han quedado huérfanos. En su entorno declaran: “La noticia ha sido un duro golpe y está muy triste”. El artista desde Suecia, donde cumplía con uno de sus compromisos profesionales, comentó: "Era un excelente a amigo. Tenemos que recordarlo como el gran artista que era, un hombre con una maravillosa y carismática personalidad. Le visité últimamente en dos ocasiones durante su recuperación y le vi animado, manteniendo su optimismo como él siempre encaraba las cosas. Por eso quienes le queríamos aún esperábamos el milagro".

Visiblemente afectada y emocionada, a la soprano Montserrat Caballé le faltan palabras de elogio para definir a un ser “maravilloso”, "hombre repleto de bondad para con todo el mundo", “un maestro”. “Lo que le importaba hacer era bien su trabajo, que, de hecho, hacía mejor que nadie". La española contó que había hablado con Luciano el pasado mes de julio y que le encontró feliz. “Me dijo que estaba contento porque se encontraba mejor. Era un hombre muy fuerte y, francamente, no nos esperábamos esto ahora".

Bono, líder de U2, uno de los amigos que le visitó cuando estaba convaleciente en Pesaro ha publicado una extensa carta en su página oficial en la que se muestra rotundo: “Cualquiera puede cantar ópera, pero Luciano Pavarotti era la ópera. Nadie podía hacer esas acrobacias con la melodía como él. Vivía las canciones, su ópera era una mezcla de alegría y tristeza, surrealismo y realismo al mismo tiempo, un gran volcán que cantó expulsando fuego, pero que derramó también amor por la vida, un grande y generoso amigo”. El irlandés destaca su enorme labor humanitaria, a favor siempre de los niños (muchos de los beneficios de sus conciertos Pavarotti & friends estuvieron destinados a asociaciones de ayuda a la infancia), y el enorme amor que le unía a su esposa Nicoletta y su hija Alice. “Un hombre atractivo cuya vida se volvió a iluminar cuando se enamoró de Nicoletta y cuando veía a Alice jugar en el jardín. Amaba mucho a sus hijas. La tristeza de perder a su único hijo fue su único silencio”. El artista añade a modo de despedida: “Hablé con él la semana pasada… la voz que era más fuerte que cualquier banda de rock era un susurro. Pero todavía estaba llena de amor. Eso es lo que la gente no entiende de él. Incluso aunque su voz fuera tenue, sus habilidades interpretativas le hacían ser un gigante en medio de hombres altos”.

También Internet ha sido el vehículo utilizado por el artista Andrea Bocelli para dejar su agradecimiento al maestro. “Gracias maestro Pavarotti” comienza el también cantante de ópera, “tu imagen jovial y sonrisa dispuesta está siempre en mi mente y mi alma. Tu voz infalible, pura como el cristal, nos da valor en este momento en el que nos enfrentamos al misterio de la separación, el momento del adiós”. En los siguientes párrafos, Andrea no deja de agradecer al “Maestro”, así se refiere a él, su contribución al mundo de la lírica, su labor de embajador de Italia y sus enseñanzas. “Gracias por inspirarme para cantar siempre mejor. Gracias por existir ahora más que nunca como garantía de este mundo de esperanza y fe que tu voz generosa nos ayudará a hacer más bello. Gracias por tender tus brazos, por cantar con nosotros y hacernos el regalo de tu espontánea y radiante sonrisa”. Sting también ha publicado una imagen del genial tenor con el mensaje: “Hemos perdido a un gran amigo, una gran voz y el mundo es un lugar más pequeño sin el gran hombre”.




La soprano española Ainhoa Arteta le definió como “uno de los grandes tenores de la Historia”. La soprano afirmó sentirse una “muy triste” y añadió que, junto a su grandeza musical, no hay que olvidar “el grandísimo ser humano que era, que es todavía más importante”. La soprano australiana Joan Sutherland, con quien el tenor Luciano Pavarotti alcanzó una fama internacional, aseguró que "era increíble estar junto a esa voz y cantar a coro con ella. Sabías inmediatamente que era Luciano el que estaba cantando". También el tenor británico Russell Watson le dedicó unas palabras: "Tenía una voz increíble. Su voz era tan característica que sólo necesitabas un par de compases para saber que era él".

El director Franco Zefirelli le recordó así: "El genio de la música, pero también un amigo". Por su parte, el director de orquesta Zubin Mehta que dirigió en tantas ocasiones a Pavarotti añadió: "Nos dejó un legado que permacerá durante décadas". Jeremy Isaacs, ex director general de la Royal Opera House de Londres, comentó: "Tenía esta voz abierta, clara, natural, brillante, penetrante, sonora, emocionante. Actuaba con su voz". Juan Cambreleng, gerente del Teatro Real entre 1997 y 2001, le recordó con una anécdota. "Le gustaba muchísimo cocinar pasta para los amigos, con quien era extrovertido" indicó. El alcalde de Módena, Giorgio Pighi, ciudad natal y donde falleció el tenor, recordó su generosidad y su calidad como artista. “Es un momento de luto y de conmoción, pero estamos orgullosos de haber conocido y admirado a uno de los grandes personajes de nuestra época. Es una fortuna y un privilegio para los modeneses, que estoy seguro devolverán con gran gratitud y participación” comentó el político. Añadió además que, como homenaje, propondrá que el famoso Teatro Comunale de la ciudad sea dedicado al “Big Luciano”, “Gran Luciano”, como era conocido popularmente.

Escrito por: Oye Juanjo


La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso.

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